Como decía, es una lástima que las teclas de los teléfonos reproduzcan la misma nota. Deberían sonar como un teclado de piano y depararnos felices descubrimientos. Así, podré aprenderme tu móvil por la melodía que se desprende del número, o tú podrás cantármelo, en vez de dictarme la ristra de guarismos. Sería maravilloso decir a alguien que Para Elisa es tu número de móvil o afanarnos en reproducir un estribillo de Bisbal para llamar a un agente inmobiliario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario