jueves, 28 de abril de 2011

El oficio de trasnochar (V)

La noche es tan antigua que uno puede notar en sus partículas de nada el sedimiento de millones de años. Una oquedad pesada de átomos vacíos, tramados en una tela vieja y deshilachada. La noche, a diferencia de los días, siempre es la misma noche, la misma oscuridad ininterrumpida que sobrevivirá a galaxias y eones. Y sin embargo, esta noche arde en un escozor de grillos y estrellas como si fuera una eterna novedad.

1 comentario:

  1. Hermosa vision de la trascendencia de lo que nos forma... nuestras células como recuerdo de exterellas y homínidos descimpuestos! saludos!
    muy bueno!!!!
    Vloj

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