martes, 29 de marzo de 2011

El oficio del periodista (VII)

El poder económico que ha hecho de la libertad un anuncio de Movistar aspira ahora a convertir la prensa en un género publicitario. Las grandes corporaciones están convencidas de ello. Ya fueron capaces de colocar sus productos en películas y series de televisión a través de eso que llaman el 'product placement', y dentro de poco los veremos en representaciones teatrales y novelas. Como nada se les resiste, también quieren rematar al periodismo y convertirlo en una estantería de supermercado. Las empresas valoran las informaciones como si fuesen espacios publicitarios y reaccionan con entusiasmo o enfado según lo que se diga. No entienden el trabajo del periodista porque es muy difícil entender algo cuando tu sueldo depende precisamente de no entender las cosas. Yo mismo he visto resúmenes de prensa de una gran compañía en la que se indica el valor económico de cada información. No es de extrañar que las asociaciones contra el consumo de tabaco estén presentando denuncias. Sospechan que las tabaqueras están intentando promocionarse a través de la prensa. El periodista pide ayuda porque se ve cercado por intereses obscenos. Ya te digo que si hubiese deseado enriquecerse, no habría escogido este oficio. Y su petición de auxilio no es más que esta: el dinero y el poder económico son ya una dictadura que lo devora y lo ensucia todo.

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