Palabras sueltas, ideas cluecas, una arandela y un envoltorio de chicle. Todo lo que cabe en un bolsillo tras un largo viaje. Iñaki de las Heras.
viernes, 14 de enero de 2011
El oficio del idiota
Los griegos dedicaban parte de su tiempo a las cosas públicas y llamaban idiota al que no lo hacía, al que estaba volcado en sus intereses propios. Con el tiempo, todos los griegos fueron haciéndose cada vez un poco más idiotas, hasta que Idiotia se convirtió en la única patria de los hombres y la idiotez, en su principio fundacional. Como tú y yo somos en definitiva descendientes de los griegos, supongo que también sufrimos esta peligrosa tendencia hacia el idiotismo. No diré mi nombre para notarme libre. Para morder sin permiso. Así de triste, así de idiota.
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